viernes, 15 de diciembre de 2017

Hoja Doctrina y vida 17 diciembre 2017

DOCTRINA Y VIDA, 
Domingo 17 diciembre 2017

Dios nos llama todos los días
Dios nos llama a través de las incidencias de la vida de cada día, en el sufrimiento y en la alegría de las personas con las que convivimos, en los afanes humanos de nuestros compañeros, en las menudencias de la vida de familia. 
Dios nos llama también a través de los grandes problemas, conflictos y tareas que definen cada época histórica, atrayendo esfuerzos e ilusiones de gran parte de la humanidad.
Se comprende muy bien la impaciencia, la angustia, los deseos inquietos de quienes, con un alma naturalmente cristiana, no se resignan ante la injusticia personal y social que puede crear el corazón humano. 
Tantos siglos de convivencia entre los hombres y, todavía, tanto odio, tanta destrucción, tanto fanatismo acumulado en ojos que no quieren ver y en corazones que no quieren amar.
Los bienes de la tierra, repartidos entre unos pocos; los bienes de la cultura, encerrados en cenáculos. Y, fuera, hambre de pan y de sabiduría, vidas humanas que son santas, porque vienen de Dios, tratadas como simples cosas, como números de una estadística. 
Comprendo y comparto esa impaciencia, que me impulsa a mirar a Cristo, que continúa invitándonos a que pongamos en práctica ese mandamiento nuevo del amor.

Todas las situaciones por las que atraviesa nuestra vida nos traen un mensaje divino, nos piden una respuesta de amor, de entrega a los demás. 

(San Josemaría, Es Cristo que pasa, n. 110-111)

TEMAS DE DOCTRINA CRISTIANA

El misterio de Jesucristo y su vida (Catecismo de la Iglesia Católica)

El Hijo de Dios se hizo hombre como lo afirmamos en el Credo: "Por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen y se hizo hombre". (cfr. Catecismo, n. 456) 
Varios textos de la Sagrada Escritura subrayan esta verdad: El Verbo se encarnó para salvarnos reconciliándonos con Dios: Dios nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados (1 Juan 4, 10). 
El Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo (1 Juan 4, 14). 
Él se manifestó para quitar los pecados (1 Juan 3. 5). (cfr. Catecismo de la Iglesia católica, n. 456)

El Verbo se encarnó también  para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: "En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de Él(1 Juan 4, 9). 
Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo Único para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna(Juan 3, 16).   (cfr.  n. 458)

Es una gran alegría que Dios se haya hecho Hombre, porque así tenemos en Jesús nuestro modelo de santidad: 
“Tomad sobre vosotros mi yugo,y aprended de mí…(Mt 11, 29). 
Yo soy el Camino, la  Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí”; (Juan 14, 6). 

Y Dios Padre, en el monte de la Transfiguración  nos ordena: “Escuchadle (Mc 9, 7). 
Él es, en efecto, el modelo de las bienaventuranzas y la norma de la ley nueva:  amaos los unos a los otros como yo os he amado(Juan 15, 19). 
Este amor tiene como consecuencia la ofrenda efectiva de sí mismo (cf. Mc 8, 34) (cfr. Catecismo, n. 459)


DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Valores fundamentales de la vida social
Verdad y libertad

Como consecuencias concretas del valor fundamental de la verdad hay que ser claros y honrados en el mundo de la comunicación pública y la economía. 
El uso sin escrúpulos del dinero plantea interrogantes cada vez más urgentes, que remiten a una exigencia de transparencia y de honestidad en la actuación personal y social. (Catecismo de la Doctrina social de la Iglesia, n. 198)
Sobre la libertad el Concilio Vaticano II afirma “es, en el hombre, signo eminente de la imagen divina y, por tanto, signo de la sublime dignidad de cada persona humana.” 
Toda persona humana tiene el derecho natural de ser reconocida como ser libre y responsable (cf. n. 199) 
No es lo mismo libertad que autonomía absoluta porque un ejercicio arbitrario e incontrolado, es individualismo, y trae una deformación de la verdadera liberta. Es, por tanto, una esclavitud.  
La libertad solo existe cuando los lazos recíprocos, regulados por la verdad y la justicia, unen a las personas.  (n. 199)
La libertad personal abarca poder buscar la verdad y profesar las propias ideas religiosas, culturales y políticas; expresar sus propias opiniones; asumir iniciativas de carácter económico, social y político.
Para ejercitar esa libertad personal es necesario un “sólido contexto jurídico”, que asegure su ejercicio dentro de los límites del bien común y del orden público y, en todos los casos, bajo el signo de la responsabilidad.

LA IGLESIA

La Iglesia es hoy, la misma que fundó Cristo 
(San Josemaría, fragmentos de  Homilía  Lealtad a la Iglesia)

No temamos. La Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo, habrá de ser indefectiblemente el camino y el ovil del Buen Pastor, el fundamento robusto y la vía abierta a todos los hombres. (...)

Pero, ¿qué es la Iglesia? ¿dónde está la Iglesia? Muchos cristianos, aturdidos y desorientados, no reciben respuesta segura a estas preguntas, y llegan quizá a pensar que aquellas que el Magisterio ha formulado por siglos —y que los buenos Catecismos proponían con esencial precisión y sencillez— han quedado superadas y han de ser substituidas por otras nuevas. 
Una serie de hechos y de dificultades parecen haberse dado cita, para ensombrecer el rostro limpio de la Iglesia. Unos sostienen: la Iglesia está aquí, en el afán por acomodarse a lo que llaman tiempos modernos. Otros gritan: la Iglesia no es más que el ansia de solidaridad de los hombres; debemos cambiarla de acuerdo con las circunstancias actuales.
Se equivocan. La Iglesia, hoy, es la misma que fundó Cristo, y no puede ser otra. 
Los Apóstoles y sus sucesores son vicarios de Dios para el régimen de la Iglesia, fundamentada en la fe y en los Sacramentos de la fe. Y así como no les es lícito establecer otra Iglesia, tampoco pueden transmitir otra Fe ni instituir otros Sacramentos; sino que, por los Sacramentos que brotaron del costado de Cristo pendiente en la Cruz, ha sido construida la Iglesia. (.)


Textos Misa Domingo III Adviento 2017

TEXTOS MISA
Domingo III Adviento, 17 diciembre 2017

La alegría de encontrar a Cristo
Dentro de pocos días habrá llegado la Navidad, nuestra fiesta, la de los cristianos, y la de la humanidad, que sin saberlo está buscando a Cristo. Llegará la Navidad y Dios nos espera alegres, como los pastores, como los Magos, como José y María.
Y estaremos siempre alegres si el Señor está verdaderamente presente en nuestra vida, si no lo hemos perdido, si no se han empañado nuestros ojos por la tibieza o la falta de generosidad.
Si para encontrar la felicidad se ensayan otros caminos fuera del que lleva a Dios, al final sólo se halla infelicidad y tristeza. 
Encontrar a Cristo, y volverlo a encontrar, supone una alegría profunda siempre nueva. El cristiano debe ser un hombre esencialmente alegre. Sin embargo, la nuestra no es una alegría cualquiera, es la alegría de Cristo, y sólo Él puede darla y conservarla, porque el mundo no posee su secreto. (.)

El fundamento de nuestra alegría debe ser firme. No se puede apoyar exclusivamente en cosas pasajeras: noticias agradables, salud, tranquilidad, desahogo económico para sacar la familia adelante, abundancia de medios materiales, etc., cosas todas buenas, si no están desligadas de Dios, pero por sí mismas insuficientes para darnos la verdadera alegría.

(Tomado de "Hablar con Dios")



Antífona de entrada (Filp 4,4.5)    
Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito, estad alegres. El Señor está cerca.

Oración colecta
Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad, fiesta de gozo y salvación, y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Me alegro en el Señor con toda el alma
Lectura del libro del profeta Isaías   (61, 1-2.10-11)
El espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido y me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a curar a los de corazón quebrantado, a proclamar el perdón  a los cautivos, la libertad a los prisioneros y a pregonar el año de gracia del Señor. Me alegro en el Señor con toda el alma y me lleno de júbilo en mi Dios, porque me revistió con vestiduras de salvación y me cubrió con un manto de justicia, como el novio que se pone la corona, como la novia que se adorna con sus joyas. Así como la tierra echa sus brotes y el jardín hace germinar lo sembrado en él, así el Señor hará brotar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.
(Palabra de Dios –Te alabamos Señor)

Salmo Responsorial  (Lucas 1)
V/. Mi espíritu se alegra en Dios, mi salvador.
R/. Mi espíritu se alegra...
V/. Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso los ojos en la humildad de su esclava.
R/. Mi espíritu se alegra...
V/. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre y su misericordia llega, de generación en  generación, a los que lo temen.
R/. Mi espíritu se alegra...
V/. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose  de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo.
R/. Mi espíritu se alegra...

SEGUNDA LECTURA
Conservémonos irreprochables en cuerpo y alma hasta la llegada del Señor
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses  (5, 16-24)
Hermanos: Vivan siempre alegres, oren sin cesar, den gracias en toda ocasión, pues esto  es lo que Dios quiere de ustedes en Cristo Jesús. No impidan la acción del Espíritu Santo,  ni desprecien el don de profecía; pero sométanlo todo a prueba y quédense con lo bueno.  Absténganse de toda clase de mal. Que el Dios de la paz los santifique a ustedes en todo  y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, se conserve irreprochable hasta la llegada de nuestro Señor Jesucristo. El que los ha llamado es fiel y cumplirá su promesa.
(Palabra de Dios –Te alabamos Señor)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Aleluya, aleluya.
El Espíritu del Señor está sobre mí. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los  pobres. Aleluya

EVANGELIO
En medio de ustedes hay uno al que ustedes no conocen
Lectura del santo Evangelio según san Juan  (1, 6-8.19-28)
Hubo un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan. Este vino como testigo, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio de él. El no era la luz, sino  testigo de la luz. Este es el testimonio que dio Juan el Bautista, cuando los judíos  enviaron desde Jerusalén a unos sacerdotes y levitas para preguntarle: “¿Quién eres tú?”  El reconoció y no negó quién era. El afirmó: “Yo no soy el Mesías”. De nuevo le preguntaron: “¿Quién eres, pues? ¿Eres Elías?” El les respondió: “No lo soy”. “¿Eres el  profeta?” Respondió: “No”. Le dijeron: “Entonces dinos quién eres, para poder llevar una respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?” Juan les contestó: “Yo soy la voz que grita en el desierto: ‘Enderecen el camino del Señor’, como anunció el profeta Isaías”. Los enviados, que pertenecían a la secta de los fariseos, le preguntaron: Entonces  ¿por qué bautizas, si no eres el Mesías, ni Elías, ni el profeta?” Juan les respondió: “Yo  bautizo con agua, pero en medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen, alguien que viene detrás de mí, a quien yo no soy digno de desatarle las correas de sus sandalias”. Esto sucedió en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan bautizaba.
(Palabra del Señor –Gloria a ti Señor Jesús) 

Oración sobre las ofrendas 
Haz, Señor, que te ofrezcamos siempre este sacrificio como expresión de nuestra propia entrega, para que así cumplamos el sacramento que tú nos diste y se lleve a cabo en nosotros la obra de tu salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión (Cf. Is 35, 4)
Decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis.» Mirad a nuestro Dios que viene y nos salvará.

Oración después de la comunión
Imploramos, Señor, tu misericordia, para que esta comunión que hemos recibido nos prepare a las fiestas que se acercan, purificándonos de todo pecado. Por Jesucristo nuestro Señor. 

PROPOSITOS DE LA HOMILÍA
En medio de ustedes hay uno, al que ustedes no conocen.
Una realidad siempre actual: Jesucristo vino a la tierra, murió por mí, resucitó y vive para mí en sus Sacramentos, de modo especial en la Eucaristía y la Confesión. Motivo sobrado para ser y estar alegres. 
• SI vivimos la virtud de la alegría cuando: *Damos gracias a Dios por lo que hacemos y tenemos. También en las dificultades *Sonreímos a menudo * Buscamos y pensamos en lo  positivo *Ponemos buena cara ante las dificultades y evitamos pensarlas insistentemente.
• NO vivimos la alegría cuando: *Nos quejamos con frecuencia *Los comentarios que hacemos no tratan principalmente de cosas positivas *Si ponemos mala cara ante las dificultades. *Si nuestros pensamientos son pesimistas en los momentos difíciles

jueves, 7 de diciembre de 2017

Hoja Doctrina y vida domingo 10 diciembre 2017

HOJA DOCTRINA Y VIDA
Domingo 10 de diciembre 2017

CONOCER Y AMAR A JESUCRISTO

Aplicación a nuestra vida ordinaria de la presencia de Cristo

Hemos recorrido algunas páginas de los Santos Evangelios para contemplar a Jesús en su trato con los hombres, y aprender a llevar a Cristo hasta nuestros hermanos, siendo nosotros mismos Cristo.
Apliquemos esa lección a nuestra vida ordinaria, a la propia vida. Porque no es la vida corriente y ordinaria, la que vivimos entre los demás conciudadanos, nuestros iguales algo chato y sin relieve.
Es, precisamente en esas circunstancias, donde el Señor quiere que se santifique la inmensa mayoría de sus hijos.
Es necesario repetir una y otra vez que Jesús no se dirigió a un grupo de privilegiados, sino que vino a revelarnos el amor universal de Dios.
Todos los hombres son amados de Dios, de todos ellos espera amor. De todos, cualesquiera que sean sus condiciones personales, su posición social, su profesión u oficio.
La vida corriente y ordinaria no es cosa de poco valor: todos los caminos de la tierra pueden ser ocasión de un encuentro con Cristo, que nos llama a identificarnos con El, para realizar -en el lugar donde estamos- su misión divina.
Dios nos llama a través de las incidencias de la vida de cada día, en el sufrimiento y en la alegría de las personas con las que convivimos, en los afanes humanos de nuestros compañeros, en las menudencias de la vida de familia.

San Josemaría, cfr. Es Cristo que pasa, n. 110

TEMAS DE DOCTRINA CRISTIANA

Introducción al Compendio del
Catecismo de la Iglesia

El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica contiene todos los elementos esenciales y fundamentales de la fe de la Iglesia.
Es una síntesis fiel y segura del Catecismo de la Iglesia Católica.
Está escrito como una especie de vademécumasí todos pueden abarcar con una sola mirada de conjunto el panorama completo de la fe católica.
No solo es para los cristianos, también se dirige a toda persona que, viviendo en un mundo dispersivo y lleno de los más variados mensajes, quiera conocer el Camino de la Vida y la Verdad, entregado por Dios a la Iglesia de su Hijo.

Un objetivo concreto es que todos puedan reconocer y acoger cada vez mejor la inagotable belleza, unicidad y actualidad del Don por excelencia que Dios ha hecho a la humanidad: Su Hijo único, Jesucristo.

Tiene cuatro partes, correspondientes a las leyes fundamentales de la vida de Cristo:
1. “La profesión de la fe”,
2. “La celebración del misterio cristiano”,
3. “La vida en Cristo”, y
4. “La oración cristiana”.

La última parte sobre la oración cristiana explica que a ejemplo de Jesús, modelo perfecto de orante, también el cristiano está llamado al diálogo con Dios en la oración, de la que es expresión privilegiada el Padre Nuestro
Este Compendio desea satisfacer tanto el hambre de verdad de los fieles de toda edad y condición, como la necesidad de todos aquellos que, sin serlo, tienen sed de verdad y de justicia.


PRACTICAS DE VIDA CRISTIANA

Novena de Aguinaldo al Niño Jesús
del 16 al 24 de diciembre


Esta novena es una piadosa tradición de muchas familias. Su recuerdo permanece en los hijos a través de generaciones en todos los hogares y forman parte de nuestra cultura cristiana.
Alrededor del Nacimiento, cada familia o personalmente, pedimos a la Sagrada Familia, en nombre de Jesús gracias y bendiciones. Incluye posibles canciones, aguinaldos o gaitas alusivas a la llegada del Niño Jesús.
El misterio del Nacimiento del Hijo de Dios de la Virgen María, es el verdadero Regalo del Cielo.
Para estos nueve días nos preparamos con la confesión, con el propósito de asistir a la Santa Misa y comulgar.

La Virgen de Guadalupe
12 de diciembre. Patrona de América

Después de múltiples exámenes en los ojos -que son de 7 ú 8 milímetros-, famosos oftalmólogos afirman:
La existencia del triple reflejo (efecto de Sampson-Purkinje) propio de todo ojo normal vivo: las imágenes se ubican exactamente donde deberían estar y su distorsión concuerda perfectamente con la curvatura de la córnea.
Existe una inexplicable apariencia “viva” de los ojos al ser examinados. Al acercar la luz la retina se contrae, al retirarla se vuelve a dilatar.
Al procesar las imágenes de los ojos con nuevas técnicas, se descubren más detalles, como la presencia no solo de un busto humano, sino también por lo menos de otras cuatro figuras humanas en ambos ojos. Incluso la de San Juan Diego desplegando su tilma ante el Obispo Zumárraga, que tiene la cuarta parte de una millonésima de milímetro.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

Valores Fundamentales de la vida social
La verdad, la libertad, la justicia y el amor

La fe recubre la solidaridad de gratuidad total, de perdón y de reconciliación.
Así el prójimo es más que un ser humano: es imagen viva de Dios Padre, rescatado por la sangre de Jesucristo.
Una consecuencia concreta de la fe, en el amor al prójimo consiste en que debe ser amado, aunque sea enemigo, con el mismo amor con que le ama el Señor, y por él debe estar dispuesto al sacrificio, incluso extremo: dar la vida por los hermanos .
Los valores sociales son cualidades propias de la dignidad de la persona humana. Su desarrollo es necesario para fortalecer esta dignidad.
Los valores más importantes son: la  verdad,  la  libertad,  la justicia y el amor.
Por respeto a las legítimas autonomías, la Iglesia no  asume  competencias de tipo técnico o temporal respecto a estos valores.
Pero esto no le impide intervenir para mostrar cómo, en las  diferentes opciones del hombre, estos valores son afirmados o, por el contrario, negados.
La importancia de la verdad en la convivencia humana es fundamental.
Los hombres tienen obligación de tender hacia la verdad, respetarla y atestiguarla responsablemente.
Solo si se funda en la verdad, la convivencia es ordenada, fecunda y conforme a la dignidad de personas humanas. 

(cfr. Catecismo de la Doctrina social de la Iglesia, n. 196-198)

Textos Adviento 2o Domingo: 10 diciembre / Propósitos homilía

Este es cristiano porque…                           (Tomado de Hablar con Dios)
Tenemos al mismo Cristo. Como Juan el Bautista, procuremos dar a conocer nuestra amistad con Jesús. Cada uno hemos de «procurar comportarnos según su doctrina, luchar para que nuestra conducta recuerde a Jesús, evoque su figura amabilísima.
Vivamos de tal manera, que los demás puedan decir, al vernos: éste es cristiano, porque no odia, porque sabe comprender, porque no es fanático, porque está por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque manifiesta sentimientos de paz, porque ama».
Quizá algunos no lo conocen. Muchos se hallan volcados hacia otros bienes limitados como si fueran su fin último; pero con ellos no llenarán su corazón jamás.
Hemos de señalarles el camino.
Nuestra familia, los amigos, los compañeros de trabajo, aquellas personas a quienes vemos con frecuencia, deben ser los primeros en beneficiarse de nuestro amor al Señor.
Con el esfuerzo por vivir nuestra fe y con la oración debemos llegar incluso hasta aquellos con quienes no tenemos ocasión de hablar.


TEXTOS MISA DOMINGO II DE ADVIENTO (10 diciembre 2017)

Antífona de entrada 
Pueblo de Sión: mira al Señor que viene a salvar a los pueblos. El Señor hará oír la majestad de su voz y os alegraréis de todo corazón.

Oración colecta
Señor todopoderoso, rico en misericordia, cuando salimos animosos al encuentro de tu Hijo, no permitas que lo impidan los afanes de este mundo; guíanos hasta él con sabiduría divina para que podamos participar plenamente de su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Preparen el camino del Señor
Lectura del libro del profeta Isaías  (40, 1-5.9-11)
“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados”. Una voz clama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina  se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán”. Así ha hablado la boca del Señor. Sube a  lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que  anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: “Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo  domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres”.
(Palabra de Dios –Te alabamos Señor)

Salmo Responsorial  (Del Salmo 84)
V/. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos al Salvador.
R/. Muéstranos, Señor tu misericordia y danos al Salvador
V/. Escucharé las palabras del Señor, palabras de paz para su pueblo santo. Está ya cerca nuestra salvación y la gloria del Señor habitará en la tierra.
R/. Muéstranos, Señor tu misericordia y danos al Salvador
V/. La misericordia y la verdad se encontraron, la justicia y la paz se besaron, la fidelidad brotó en la tierra y la justicia vino del cielo.
R/. Muéstranos, Señor tu misericordia y danos al Salvador
V/. Cuando el Señor nos muestre su bondad, nuestra tierra producirá su fruto. La justicia le abrirá camino al Señor e irá siguiendo sus pisadas.
R/. Muéstranos, Señor tu misericordia y danos al Salvador

SEGUNDA LECTURA
Esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro  (3, 8-14)
Queridos hermanos: No olviden que para el Señor, un día es como mil años y mil años,  como un día. No es que el Señor se tarde, como algunos suponen, en cumplir su promesa,  sino que les tiene a ustedes mucha paciencia, pues no quiere que nadie perezca, sino que  todos se arrepientan. El día del Señor llegará como los ladrones. Entonces los cielos desaparecerán con gran estrépito, los elementos serán destruidos por el fuego y perecerá la tierra con todo lo que hay en ella. Puesto que todo va a ser destruido, piensen con cuánta santidad y entrega deben vivir ustedes esperando y apresurando el advenimiento del día del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros confiamos en la promesa del Señor y esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, apoyados en esta esperanza, pongan todo su empeño en que el Señor los halle en paz con  él, sin mancha ni reproche.
 (Palabra de Dios –Te alabamos Señor.)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Aleluya, aleluya.
Preparen el camino del Señor, hagan rectos sus senderos, y todos los hombres verán al Salvador.
Aleluya

EVANGELIO
Enderecen los senderos del Señor
Lectura del santo Evangelio según san Marcos  (1, 1-8)
Este es el principio del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios. En el libro del profeta Isaías está escrito: He aquí que yo envío a mi mensajero delante de ti, a preparar tu  camino. Voz del que clama en el desierto: “Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos”. En cumplimiento de esto, apareció en el desierto Juan el Bautista predicando  un bautismo de arrepentimiento, para el perdón de los pecados. A él acudían de toda la  comarca de Judea y muchos habitantes de Jerusalén; reconocían sus pecados y él los  bautizaba en el Jordán. Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre. Proclamaba: “Ya viene detrás  de mí uno que es más poderoso que yo, uno ante quien no merezco ni siquiera inclinarme para desatarle la correa de sus sandalias. Yo los he bautizado a ustedes con agua, pero él  los bautizará con el Espíritu Santo”.
 (Palabra del Señor –Gloria a ti Señor Jesús.)

Oración sobre las ofrendas
Que los ruegos y ofrendas de nuestra pobreza te conmuevan, Señor, y al vernos desvalidos y sin méritos propios acude, compasivo, en nuestra ayuda. Por Jesucristo nuestro Señor.

Antífona de comunión (Ba 5,5; 4,36)
Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, contempla el gozo que Dios te envía.

Oración después de la comunión
Alimentados con esta eucaristía te pedimos, Señor, que, por la comunión de tu sacramento, nos des sabiduría para sopesar los bienes de la tierra amando intensamente los del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

PROPOSITOS DE LA HOMILIA
Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos
Adviento es un “tiempo fuerte” porque hay bendiciones especiales de Dios para lograr una nueva y más profunda conversión.
Podemos preguntar personalmente al Señor:
¿Qué debería mejorar yo en mi trabajo (o las clases y el estudio), y en el trato con mi familia (mi cónyuge, mis hijos, mis papás)?.
•  ¿Hay alguno de los siete pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, gula, envidia, ira, pereza) que me domine?
¿Procuro conocerme como soy (virtudes y defectos) con sinceridad, delante de Dios, como un punto de partida para mejorar?
 ¿Soy egoísta? ¿Cuenta mucho mi tiempo, mis gustos y planes...? ¿Cuál es el punto central de mis pensamientos: Dios y los demás o yo?






lunes, 27 de febrero de 2017

Textos Misa Primer Domingo de Cuaresma 2017


HABLAR CON DIOS 
(para meditar en este día)

Es la primera vez que interviene el diablo en la vida de Jesús y lo hace abiertamente. Jesús se lo permitió para darnos ejemplo de humildad y para enseñarnos a vencer las tentaciones.
El Señor está siempre a nuestro lado, en cada tentación, y nos dice: Confiad: Yo he vencido al mundo. Y nosotros nos apoyamos en Él, porque, si no lo hiciéramos, poco conseguiríamos solos.
Debemos prevenir la tentación, con la guarda de los sentidos internos y externos, huyendo de las ocasiones de pecar por pequeñas que sean, pues el que ama el peligro perecerá en él, y teniendo el tiempo bien ocupado, principalmente cumpliendo bien nuestros deberes profesionales, familiares y sociales.
«Pero no olvides, amigo mío, que necesitas de armas para vencer en esta batalla espiritual. Tus armas han de ser éstas: oración continua; sinceridad y franqueza con tu director espiritual; la Santísima Eucaristía y el Sacramento de la Penitencia; (…) 
La humildad del corazón, y una tierna y filial devoción a la Santísima Virgen: Consuelo de los afligidos y refugio de los pecadores. Vuélvete siempre a Ella confiadamente y dile: ¡Madre mía, confianza mía!»

Tomado de Hablar con Dios


ORACIONES Y LECTURAS de la MISA

Antífona de entrada (Sal 90,15-16)
Me invocará y lo escucharé; lo defenderé, lo glorificaré, lo saciaré de largos días.

Oración colecta 
Al celebrar un año más la santa Cuaresma concédenos, Dios todopoderoso, avanzar en la inteligencia del misterio de Cristo y vivirlo en su plenitud. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA
Creación y pecado de nuestros primeros padres

Lectura del libro de Génesis  (2, 7-9; 3, 1-7) 
Después de haber creado el cielo y la tierra, el Señor Dios tomó polvo del suelo y con él formó al hombre; le sopló en las narices un aliento de vida, y el hombre comenzó a vivir. Después plantó el Señor un jardín al oriente del Edén y allí puso al hombre que había formado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, de hermoso aspecto y sabrosos frutos, y además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente, que era el más astuto de los animales del campo que había creado el Señor Dios, dijo a la mujer: “¿Conque Dios les ha prohibido comer de todos los árboles del jardín?” La mujer respondió: “Podemos comer del fruto de todos los árboles del huerto, pero del árbol que está en el centro del jardín, dijo Dios: ‘No comerán de él ni lo tocarán, porque de lo contrario, habrán de morir’ ”. La serpiente replicó a la mujer: “De ningún modo. No morirán. Bien sabe Dios que el día que coman de los frutos de ese árbol, se les abrirán a ustedes los ojos y serán como Dios, que conoce el bien y el mal”. La mujer vio que el árbol era bueno para comer, agradable a la vista y codiciable, además, para alcanzar la sabiduría. Tomó, pues, de su fruto, comió y le dio a su marido, el cual también comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos. Entrelazaron unas hojas de higuera y se las ciñeron para cubrirse.
(Palabra de Dios–Te alabamos Señor)

Salmo Responsorial  (Salmo 50)
V/. Misericordia, Señor, hemos pecado.
R/. Misericordia, Señor...  
Por tu inmensa compasión y misericordia, Señor, apiádate de mí y olvida mis ofensas. Lávame bien de todos mis delitos y purifícame de mis pecados.  
R/. Misericordia, Señor...  
Puesto que reconozco mis culpas, tengo siempre presentes mis pecados. Contra ti solo pequé, Señor, haciendo lo que a tus ojos era malo. 
R/. Misericordia, Señor...  
Crea en mí, Señor, un corazón puro, un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos. No me arrojes, Señor, lejos de ti, ni retires de mí tu santo espíritu. 
R/. Misericordia, Señor...  
Devuélveme tu salvación, que regocija, y mantén en mí un alma generosa. Señor, abre mis labios y cantará mi boca tu alabanza. 
R/. Misericordia, Señor...  

SEGUNDA LECTURA
El don de Dios supera con mucho al delito

Lectura de la Carta del Apóstol san Pablo a los romanos (5,12.17-14) 
Hermanos: Por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado entró la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. En efecto, si por el pecado de un solo hombre estableció la muerte su reinado, con mucho mayor razón reinarán en la vida por un solo hombre, Jesucristo, aquellos que reciben la gracia sobreabundante que los hace justos. En resumen, así como por el pecado de un solo hombre, Adán, vino la condenación para todos, así por la justicia de un solo hombre, Jesucristo, ha venido para todos la justificación que da la vida. Y así como por la desobediencia de uno, todos fueron hechos pecadores, así por la obediencia de uno solo, todos serán hechos justos.
(Palabra de Dios–Te alabamos Señor.)

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Sal 84, 8)
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús. 
Hagámosle caso al Señor que nos dice: no endurezcan su corazón. 
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO
El ayuno y las tentaciones de Jesús

Lectura del Santo Evangelio según san Mateo (4,1-11) 
En aquel tiempo, Jesús fue conducido por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Pasó cuarenta días y cuarenta noches sin comer y, al final, tuvo hambre. 
Entonces se le acercó el tentador y le dijo: “Si tú eres el Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. Jesús le respondió: “Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios(Dt 8, 3). Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en la parte más alta del templo y le dijo: “Si eres el Hijo de Dios, échate para abajo, porque está escrito: Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna(Sal 90). Jesús le contestó: “También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios (Dt6, 16) ". Luego lo llevó el diablo a un monte muy alto y desde ahí le hizo ver la grandeza de todos los reinos del mundo y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras y me adoras". Pero Jesús le replicó: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él sólo servirás (Dt 5, 9; 6, 13)”. 
Entonces lo dejó el diablo y se acercaron los ángeles para servirle.
(Palabra del Señor–Gloria a ti Señor Jesús)

Oración sobre las ofrendas 
Te rogamos, Señor, que nuestra vida se conforme con las ofrendas que te presentamos y que inauguran el camino hacia la Pascua. Por Jesucristo nuestro Señor. 

Antífona de comunión (Sal 90,4)
El Señor te cubrirá con sus plumas, bajo sus alas te refugiarás. 

Oración después de la comunión
Después de recibir el pan del cielo que alimenta la fe, consolida la esperanza y fortalece el amor, te rogamos, Dios nuestro, que nos hagas sentir hambre de Cristo, pan vivo y verdadero, y nos enseñes a vivir constantemente de toda palabra que sale de tu boca. Por Jesucristo nuestro Señor.



Posibles propósitos de la homilía

El demonio, "padre de la mentira" (ver Juan 8, 44), cita la misma Biblia (Salmo 90) para poner tentación a Jesus:
Échate para abajo, porque está escrito: “Mandará a sus ángeles que te cuiden y ellos te tomarán en sus manos, para que no tropiece tu pie en piedra alguna”. 

Todos tenemos tentaciones. 
El medio más importante para vencerlas es ante todo decir alguna oración y ser sinceros (no dejarnos engañar o engañarnos a nosotros mismos) y además: 

1. Si rezamos (un Padrenuestro o un Avemaría, en voz alta) facilitamos la ayuda de Dios, sin caer en llamar a lo malo bueno o indiferente. Ante la duda pidamos prudente consejo.

2. Reconozcamos las tentaciones y no dialoguemos con ellas. Una buena táctica es huir: tener la valentía de ser cobardes (San Josemaría)

3. Evitemos radicalmente todas las ocasiones de pecado.